"Apathy isn't it. So flower power didn't work. So what? We start again." John Lennon

martes, 28 de septiembre de 2010

Mentor: Aprendiendo a rendirse


Fuente: literateadas.blogspot.com
Una de las pegas que uno no puede poner el curriculum de un académico es una de las más demandantes e inevitables del área: ser  mentor. En nuestras vidas universitarias este rol se da todo el tiempo pero nunca se reconoce formalmente y, por lo tanto, queda uno con poco espacio para desarrollarlo de manera más cabal. Habiéndome ya beneficiado de mis propios mentores y entrenado un poco el rol con amigos y amigas, me he decidido a explorar más el tema para poder ser un mentor como la gente para mis estudiantes y amiguis.

Reflexionando entonces sobre qué cosas he valorado de mis mentores, el primer factor que me apareció en la cabeza fue la capacidad que tuvieron para mantenerme suficientemente motivado para seguir mi carrera académica, especialmente cuando estuve a punto de tirar la esponja. Y eso pasó varias veces y por distintos motivos (plata, atados familiares, desilusiones amorosas, qué se yo, la lista la conocemos todos, probablemente).

Tratando de descubrir de dónde viene la magia al respecto, me he dedicado a investigar sobre los aspectos emocionales y motivacionales que pueden afectar la vida académica de un estudiante. Y me he encontrado con que, efectivamente, una de las respuestas más comunes frente al stress que provocan las distintas frustraciones que uno enfrenta en esto de la vida de estudiante y el estrés asociado a la incertidumbre de no saber si uno tiene dedos para el piano o por sentirse sobrepasado por las exigencias de un curso (o del programa entero, en muchos casos), es la sistematización de una actitud de “¿Para qué seguir intentando?

Este comportamiento ha  sido estudiado principalmente por Martin Seligman, quien la ha denominado desvalimiento aprendido (en inglés, learned helplessness). La información que se tiene actualmente proviene de experimentos en humanos y en perros, a los que se somete a estímulos desagradables y se les clausuran las posibilidades de evitarlo. Pasado un tiempo, los sujetos dejan de intentar escapar al estímulo incluso si se les abre una puerta de escape. En la vida real, este comportamiento estaría asociado a la percepción de que todo nos sale mal independientemente de lo que hagamos, que no está bajo nuestro control mejorar las cosas y que, por lo tanto, no tiene sentido seguir intentando. El patrón estaría, luego, fuertemente asociado a situaciones prolongadas de abuso (especialmente intrafamiliar) en que la víctima (el niño violado, la mujer maltratada) entiende que nada que pueda hacer evitará el abuso. Bajo esta respuesta, la existencia real de alternativas de escape a la situación no es la solución, pues las víctimas no las reconocen como tales y optan por mantener su situación simplemente porque ya no se atreven a sentir nuevamente la frustración de que las cosas vuelvan a salir mal. Como si fuera poco, esta actitud suele ser interpretada por los observadores ajenos a la situación como una especie de aceptación e incluso satisfacción con la situación frustrante (“Si al final le gusta que sea así.”). Pero no, la víctima simplemente ha aprendido a no intentar para evitar la frustración. Lo que la deja invariablemente más sola y desvalida. 

En situaciones menos límite, el patrón se puede presentar perfectamente en nuestras vidas de estudiantes. Todos nosotros, en algún momento, podemos haber estado en la coyuntura de simplemente no querer seguir intentando: el rojo que uno se saca en el ramo que uno está haciendo por segunda vez; la materia que lleva uno meses estudiando y que sigue sin entender ni jota; el profesor que no queda nunca satisfecho con las pruebas de uno, sin importar lo que uno ponga; la enésima pega a la que uno se presenta y de la que a uno no lo llaman; la beca que uno se perdió porque necesitabas más nota.

Personalmente me ha tocado varias veces sentarme a conversar con mis amiguis/estudiantes que han optado por la rendición frente a estas circunstancias. Sips, están todas basadas en hechos de la vida real, y cada una ha sucedido más de una vez. Y la complicación suele ser, precisamente, intentar demostrar que, a pesar del tropiezo, las posibilidades siguen existiendo y que es, por lo tanto, legítimo albergar expectativas respecto a las metas originales. Para ello, en general, recurro a una presentación lo más objetiva que puedo de cuáles son las posibilidades reales de conseguir la meta (dar una buena prueba, pasar un curso, ganarse una beca) he intento luego establecer cuáles son las tareas a realizar para conseguirlas frente a este escenario de traspié y, especialmente, dimensionar la magnitud del trabajo que queda por delante. En otras palabras, trato de ser realista, para no quedarme en un discurso de “Vamos que se puede!” que más que ayudar es como hacer barra, encuentro yo. Y cuando uno está al borde de tirar la esponja, más que barra, uno necesita un entrenador.

Y eso es lo que pienso. Pero como recién estoy aprendiendo de todo esto, sería la raja que me pudiesen comentar sobre cuáles creen que debería ser la mejor actitud para enfrentar estos casos. O, mejor aún, qué han hecho Uds. para no tirar la esponja cuando les han bajado las ganas.

FUENTES

En castellano no puede encontrar mucho que fuera útil y serio. Pero igual les ofrezco este breve artículo que apareció en la revista Perspectivas Sistémicas y que comenta sobre la relación entre padres alcohólicos y desvalimiento aprendido (traducido aquí como debilidad aprendida).  
Como la respuesta suele aparecer asociada al abuso, me parece relevante recordar algunas de las consecuencias el abuso (en este caso emocional) para las víctimas. Muchas de ellas, podrán notar, son compatibles con el patrón de desvalimiento aprendido, especialmente las que involucran la percepción de que uno no está en condiciones de controlar los eventos de la vida. 
Aquí pueden encontrar una lista de los trabajos de Martin E.P. Seligman’s en desvalimiento aprendido.
Un mini-paper breve sobre el tema y cómo afecta la motivación (en inglés).  
Aquí un resumen de un curso de la Universidad de Plymouth que presenta en detalle el tipo de experimentación asociada al estudio de este comportamiento (con monitos y gráficos y todo) y la posibilidad de que este patrón represente, más en general, un modelo que explique los comportamientos depresivos en general (en inglés). 
Este es otro buen resumen que encontré, que se enfoca más en el tema de la falta de control sobre la vida que sienten quienes tiran la esponja y en cómo ello alimenta el pesimismo y la resignación como característica más permanente de sus personalidades. 

8 comentarios:

la zoila dijo...

Personalmente... Creo que para ayudar a alguien que esta en esa situación de querer tirar la esponja, es importante primero, y como ya lo dijo, ser realista y ver las capacidades, que si bien todos somos capaces de hacer muchas cosas, tenemos puntos fuertes y otros no tanto, primero creo ke hay ke evaluar a la persona y la situacion en que se encuentra. Tambien es importante que la persona en cuestion se de cuenta que tiene más soluciones, o vías de escape, como se le quiera llamar. A todos nos ha pasado que " tamos que cortamos las huinchas" por agarrar las pilchas y mandarnos a cambiar; pero como dice el dicho no hay peor ciego que el que no quiere ver, y si esa persona de verdad esta cegada a que no tiene mas opciones y que las ha agotado todas, ese tambien seria un buen paso, lograr que Pepita logre ver su potencial junto con sus puntos debiles y los fuertes.
Personalmente, cuanod algo se pone dificil, yo lo tomo como un desafío, y no me gusta perder (no es que no sepa, nome gusta no má), así que esa mezcla ayuda bastante a que no tire la esponja aunke haga un ramo por tercera vez ( shame on me) pero no creo que esto ultimo sea de mucha ayuda.
Saludos
Zoilón.

Daniel Muñoz Acevedo dijo...

Wen punto entonces, porque tener una idea relativamente real de las fortalezas y debilidades de uno se relaciona con uno de los problemas básicos de la gente que ha aprendido a sentirse desvalida: la autoestima. Y no se trata de vender pececitos de colores, como tú dices, sino que de tener una película clara de qué es lo que uno es capaz o no de conseguir en determinado momento.

Lady of the Cats dijo...

Uuuuu, este tema me llega súper de cerca (será porque es algo que ha estado pasando mucho por mi cabeza últimamente?). Voy a hablar desde mi propia experiencia porque creo, a las finales es lo que realmente importa (si bien un poco de teoría igual ayuda). Te resumo un poco my life: fui una alumna bastante exitosa (en el sentido de notas) hasta antes de llegar a la u...ahí "colapsé". Mi primer "fracaso" académico (y de la vida la verdad) sucedió cuando no quedé en Arquitectura, carrera que había soñado toda mi vida, y quedé en Diseño, porque la prueba especial me bajó todo el excelente puntaje que había sacado. En ese minuto me sentí totalmente frustrada, superada....y mi mami en ese minuto me dijo: "Naty, las cosas pasan por algo" (puta que sabia la vieja). Desde ese minuto, toda mi perspectiva de la vida cambió, porque cuando entré a la u supe que estaba ahí no para "sacar una carrera", sino que para aprender cosas...cosas de la vida (que a las finales, creo que son más importantes que cualquier título que uno pueda sacar). Debo contar también que al principio fui una alumna bastante mediocre, me eché ramos, no me importaba mucho ser buena alumna, y hasta perdí una beca q había ganado, pero con el paso de los años retomé un poco las buenas notas. Bueno, de las cosas que he aprendido, fueron a asumir y vivir con la "derrota", que ésta no es mala, al contrario, sino que buena (ciertamente se aprende más de un error que de un acierto). Con ello también se da (y no duden que así es) "que lo que no te mata, te hace más fuerte", que las imposiciones de la sociedad no siempre son las cosas que te llevarán a un camino de plenitud....y en especial, a que en el universo de las cosas y problemas de la vida, los asuntos académicos, no son más que un pequeño granito, casi una anécdota. Así que es muy importante, llegar a ver las cosas en su PERSPECTIVA real y por sobre todo, tener muy en claro, lo que uno REALMENTE quiere. En mi experiencia y lo que he observado, mucha de la desmotivación, no sólo viene de la mano de un fracaso...sino que éste se puede deber a una falta de real interés en lo que se está haciendo. Quizás haya que hacerse la pregunta: ¿es esto lo que realmente quiero? y ¿por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo? Lo hago por mí...o lo hago por el que dirán, o por no defraudar a otros...o porque me dijeron que había que hacerlo para ser "exitoso", feliz, etc?? (motivos del ego). Bueno, eso por un lado...y que cuando uno quiere que las cosas salgan, hay que aplicar sí o sí una cosa que cuesta harto cuando las cosas a tu alrededor van mal (aquí mencionaré un poco una cosa que sale en el libro "El Secreto", medio chanta la referencia, pero igual sirve pq está basado en otro conocimiento ancestral) y es PENSAMIENTO POSITIVO. Si uno piensa en forma positiva, tienes el 50% o más, del triunfo asegurado y esto no sólo lo cito como teoría, puedo dar fe de que es cierto. Creo que no existe tal cosa como "ser realistas", todo es posible, en tanto uno realmente lo desee (te podrás demorar más, o menos en lograr algo, eso es relativo y no importa la verdad)...lo que verdaderamente es un impedimento en el desarrollo de las cosas, es el realmente quererlas o no.
Otra cosa que es importante saber y sobre todo sentir, es que el universo te da aquello que quieres, de manera que tengas lo que NECESITAS. Mi estado actual es que ahora estoy en Título (hace un par de semestres) pero un poco aprendiendo más cosas de la vida, la verdad es que no lo he pescado mucho, y pienso que es porque simplemente, no lo he querido pescar. Estoy esperando el minuto preciso en el que quiera...y estoy segura que ahí lo haré y bien, y eso también creo que es una importante lección que he aprendido: no hay que "forzar" las cosas, y hay que darles su preciso tiempo (el universo sabe lo que hace). Eso, ojalá mi experiencia sirva de algo para aclararle la película a otro ser humano que se sienta confundido.

Lady of the Cats dijo...

Había posteado algo relindo y se borró :(
(Si quieren que cuente + de como llegué a estas conclusiones, les posteo después la historia de mi vida) Resumiré:
-Por experiencia he aprendido que es importante aprender a vivir con el "fracaso", que este no es malo, sino que bueno porque se aprende más de los errores que de los aciertos. Así que es positivo PERMITÍRSELO.
-Mucha de la desmotivación viene de que posible% uno no esté haciendo realmente lo que uno QUIERE. Cabe preguntarse y responderse honestamente, porque uno hace lo que hace, si es por motivos personales, o externos (presión social u otros)
-Cuando uno realmente quiere algo, no hay nada que no se pueda lograr, lo que verdaderamente frena el desarrollo es no desear las cosas. Y para lograrlas, hay que tener PENSAMIENTO POSITIVO (esto sale en libros como "El Secreto" que no son muy bien vistos, pero es un conocimiento más añejo que el hilo negro y en verdad funciona)Con esto se tiene el 50% del triunfo, o más.
-El universo te da lo que quieres, de manera que tengas lo que NECESITAS así que es muy importante, no FORZAR las cosas. A veces las cosas se tardan, y no llegan exactamente en las forma que uno esperaba, pero llegan.
-En el universo de las cosas, los asuntos académicos son pequeños inconvenientes, casi anécdotas. Así que hay que ver las cosas en su real dimensión y PERSPECTIVA.

Daniel Muñoz Acevedo dijo...

LoC: te salió muy largo el posteo, por eso no quedó. Pero me llegó por mail.
Aquí lo reproduzco en partes porque está rebonito, la verdad.

***
Lady of the Cats

Uuuuu, este tema me llega súper de cerca (será porque es algo que ha estado pasando mucho por mi cabeza últimamente?). Voy a hablar desde mi propia experiencia porque creo, a las finales es lo que realmente importa (si bien un poco de teoría igual ayuda). Te resumo un poco my life: fui una alumna bastante exitosa (en el sentido de notas) hasta antes de llegar a la u...ahí "colapsé". Mi primer "fracaso" académico (y de la vida la verdad) sucedió cuando no quedé en Arquitectura, carrera que había soñado toda mi vida, y quedé en Diseño, porque la prueba especial me bajó todo el excelente puntaje que había sacado. En ese minuto me sentí totalmente frustrada, superada....y mi mami en ese minuto me dijo: "Naty, las cosas pasan por algo" (puta que sabia la vieja). Desde ese minuto, toda mi perspectiva de la vida cambió, porque cuando entré a la u supe que estaba ahí no para "sacar una carrera", sino que para aprender cosas...cosas de la vida (que a las finales, creo que son más importantes que cualquier título que uno pueda sacar). Debo contar también que al principio fui una alumna bastante mediocre, me eché ramos, no me importaba mucho ser buena alumna, y hasta perdí una beca q había ganado, pero con el paso de los años retomé un poco las buenas notas.

Daniel Muñoz Acevedo dijo...

Lady of the Cats (parte 2)

Bueno, de las cosas que he aprendido, fueron a asumir y vivir con la "derrota", que ésta no es mala, al contrario, sino que buena (ciertamente se aprende más de un error que de un acierto). Con ello también se da (y no duden que así es) "que lo que no te mata, te hace más fuerte", que las imposiciones de la sociedad no siempre son las cosas que te llevarán a un camino de plenitud....y en especial, a que en el universo de las cosas y problemas de la vida, los asuntos académicos, no son más que un pequeño granito, casi una anécdota. Así que es muy importante, llegar a ver las cosas en su PERSPECTIVA real y por sobre todo, tener muy en claro, lo que uno REALMENTE quiere. En mi experiencia y lo que he observado, mucha de la desmotivación, no sólo viene de la mano de un fracaso...sino que éste se puede deber a una falta de real interés en lo que se está haciendo. Quizás haya que hacerse la pregunta: ¿es esto lo que realmente quiero? y ¿por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo? Lo hago por mí...o lo hago por el que dirán, o por no defraudar a otros...o porque me dijeron que había que hacerlo para ser "exitoso", feliz, etc?? (motivos del ego). Bueno, eso por un lado...y que cuando uno quiere que las cosas salgan, hay que aplicar sí o sí una cosa que cuesta harto cuando las cosas a tu alrededor van mal (aquí mencionaré un poco una cosa que sale en el libro "El Secreto", medio chanta la referencia, pero igual sirve pq está basado en otro conocimiento ancestral) y es PENSAMIENTO POSITIVO. Si uno piensa en forma positiva, tienes el 50% o más, del triunfo asegurado y esto no sólo lo cito como teoría, puedo dar fe de que es cierto. Creo que no existe tal cosa como "ser realistas", todo es posible, en tanto uno realmente lo desee (te podrás demorar más, o menos en lograr algo, eso es relativo y no importa la verdad)...lo que verdaderamente es un impedimento en el desarrollo de las cosas, es el realmente quererlas o no.
Otra cosa que es importante saber y sobre todo sentir, es que el universo te da aquello que quieres, de manera que tengas lo que NECESITAS. Mi estado actual es que ahora estoy en Título (hace un par de semestres) pero un poco aprendiendo más cosas de la vida, la verdad es que no lo he pescado mucho, y pienso que es porque simplemente, no lo he querido pescar. Estoy esperando el minuto preciso en el que quiera...y estoy segura que ahí lo haré y bien, y eso también creo que es una importante lección que he aprendido: no hay que "forzar" las cosas, y hay que darles su preciso tiempo (el universo sabe lo que hace). Eso, ojalá mi experiencia sirva de algo para aclararle la película a otro ser humano que se sienta confundido.

Lady of the Cats dijo...

Ohhh...creí que se había perdido en el ciberespacio :O
Bueno, ahí está más menos, la historia de mi vida (académica). Y fue así como llegué a esas conclusiones. También influyeron cosas de mi vida familiar, pero eso es harina de otro costal y más paja molida pa escribir, pero en esencia, es eso ;)

Lady of the Cats dijo...

Se agradece el rescate y posterior porteo de lo que escribí :D

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